Hay recuerdos que armonizan y otros que lastiman el caso es que un simple detalle como un lugar, un color, una cosa o un aroma puede hacer que recuerdes una buena experiencia o por el contrario algo que quisieras olvidar para siempre...Yo vuelvo mis pensamientos al pasado y recuerdo aquella camisa blanca que me encontraba en todas partes, doblando cada ezquina, siguiendo mis pasos y cada lugar que yo me encontraba, el constante asecho hizo que repudiara ese camisa o mas bien a la persona que lo llebava puesta, veia eso tipo especial de tela blanca, transparentosa de trabajo y sentia un dolor punzante en mi cabeza mezclado con un odio, como cuando a un toro de lidea le muestran el capote rojo, pero a comparasion de el toro yo no envestia de la forma tradicional, lo unico nada inteligente que se me pudo ocurrir hacer como mecanismo de defensa fue ignorarlo, no hay nada peor para una persona que el desprecio y eso hacia yo, despreciar a esa persona y si por alguna sircunstacia tenia que posar mis ojos cerca de el lo hacia siempre viendolo por ensima de mi hombro con la altivez y soberbia que siempre me caracterizo, pero jamas me di cuenta en el daño que con eso estaba haciendo asta que paso el tiempo y ahora con otra perspectiva caigo en la conclucion de que esas cosas tan insignificantes son las que marcan la vida para siempre...
Despues de como ya les mencione ante el constante "acecho" como lo catalogue yo, y la forma en que pense que me desaria de el no funciono ya que mis simultaneos desplantes no funcionaban para nada con el, pense en que tal vez podria hacercarme a esa persona y una vez sumiso y sin esperarlo podia darle al estocada final y acabar con el y asi comenzo mi 2do malevolo plan deje mi mano abierta para que el llegara y la vieran tan simple, sin nada que esconder en ella y asi me tomara confianza pero en la otra que escondia detras de mi espalda llevaria el arma que clavaria en su pecho y asi paso, como fiel y deboto a mi cayo ante mis redes sin darse cuenta de lo que realmente tenia planeado para el, ese dia yo llevaba puesta mi falda a cuadros preferida que a el le paresia muy bonita puesta en mi, en color rojo con negro, ya que era una fecha especial decidi complacerlo por lo menos en una cosa, espere inpaciente la llegada de mi arma complice que mas bien comenzo a transformarse en una bomba de tiempo, ante mis ojos se hacia tarde para por fin acabar con todo ese teatro y respirar libre al fin, asta que tuve el sable de doble filo entre mis manos solo era cuestion de que el llegara y solo se la clavara en el pecho con ese dolor que tanto queria infundar en el y asi paso me vio hay en el lugar que acordamos vernos, con esa camisa blanca y negro que le dije que trairia y el arma entre mis manos, lo mire con sonrisa burlesca y el entendio en mensaje rapidamente dio la vuela y se perdio entre la noche, al fin pense entre mi, al fin me decise de el.. Pero no sabia lo que realmente el destino tenia preparado para mi.
Ahora que el tiempo a corrido y el mundo a dado muchas vueltas la vida hizo que esos dos caminos que un dia se separaron se juntaran de nuevo, compartiendo un amor que jamas creimos que creseria entre dos pechos tan diferentes, enamorandonos de recuerdos nuevos, como su aroma de perfume masculino que penetra su sudadera negra con detalles dorados que pone de una forma tan especial sobre mis hombros para convatir un poco el frio que entra por la ventana, sentados hoy en el mismo acojinado sofa de cueron negro tomados de nuestras manos sosteniendo una promesa que sello con ramo de rosas rojas, dos manos con un recuerdo nuevo tatuado sobre los dedos que dicen que siempre nos llevaremos en la piel, yo recargada sobre su amplio pecho hablamos y recordamos cosas del pasado, donde ahora yo amo esas camisas blancas y el odia mi falda a cuadros.
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